Identidad e imagen de marca y su importancia
La marca es un conjunto formado por el nombre, el diseño, símbolos y valores que definen e identifican los productos y servicios de una empresa, diferenciándose de la competencia.
1. ¿Qué es la identidad?
2. ¿Qué es la imagen?
3. ¿Por qué es bueno potenciar una buena imagen de marca?
Todos estos elementos tangibles e intangibles, como son el nombre, el logo, la tipografía, la paleta de colores e incluso el posicionamiento, que construyen la marca y se pueden gestionar mediante el branding, constituyen la Identidad de la marca; son los elementos que dotan de personalidad a nuestra empresa.
En cambio, la imagen de marca representa la personalidad de la empresa, los valores que transmitimos a los consumidores; es decir, es el concepto que tiene el público sobre nuestra marca.
Está claro que la calidad de nuestros productos y servicios debe ser la mejor posible, pero en un mundo con tanta competencia y de tanto nivel, lo que realmente consigue diferenciarnos del resto son los valores, sentimientos y emociones que transmitimos mediante el branding, el marketing y la resultante imagen de marca.
Por ello, antes de empezar y salir a la luz con nuestra marca, los valores de la empresa y la personalidad tanto del producto como de la marca, deben quedar muy definidos y claros, porque de ello dependerá el resto de la estrategia de identidad de la empresa. Por una parte, hay que definir qué queremos transmitir, qué valores nos van a representar e identificar como empresa; y, por otra parte, cómo queremos transmitirlo (mediante el nombre, los colores, la estrategia de contenidos, la campaña publicitaria…)
¿Por qué es importante potenciar una buena imagen de marca?
Como ya hemos mencionado anteriormente, la calidad de los productos y servicios que ofrecemos es clave si queremos que nuestra marca triunfe; pero igual de importante, o más, es la imagen y el concepto que tienen los consumidores de ella. Se trata de la cara de la empresa, de la primera impresión que creamos y por ello, a medio y largo plazo, es un activo clave dentro de la estrategia de marketing, donde uno de los principales objetivos es llegar a los consumidores potenciales.
La imagen que cada consumidor tiene sobre nuestra marca es algo muy subjetivo y no dependerá únicamente de nosotros, pero lo que sí podemos controlar es la publicidad, el marketing, el branding, la atención al cliente… Es decir, gran parte del transcurso desde que entramos por primera vez en los ojos del consumidor, pasamos por todo el proceso de compra y terminamos con todos aquellos servicios post-venta, para hacer de la experiencia del usuario, la mejor entre la competencia.
Es necesario trabajar bien cada una de las partes de la estrategia partiendo de la base de cuáles son nuestros objetivos; puesto que a raíz de cada una de las acciones realizadas, se formará nuestra imagen en cada consumidor y, a partir de esa imagen, decidirán si confiar en nosotros o no.
Leave a Comment